viernes, 2 de marzo de 2018

Afrofuturismo: ¿Un género posible?








¿Afrofuturismo: es viable este género en América Hispana?

Toda creación humana está vinculada a su contexto, es algo de lo que no se puede escapar. Una obra dice tanto de los eventos que ocurren a su alrededor como cualquier buen trabajo historiográfico, la gran diferencia es que la primera es resultado de la interpretación que el autor hacer del contexto, y la segunda responde a un proceso objetivo y analítico. Por eso, la literatura siempre ha sido la vitrina ideal para hablarle al mundo de sí mismo, para criticar a la sociedad, para dar cuenta de la política y sus líderes, para ser un termómetro de las manías, alegrías y miedos de una sociedad en un momento temporal determinado.


Los escritores Víctor Blanco(izquierda) y Gonzalo Zalaya(derecha).


La belleza de este fenómeno, radica en el hecho de que esto puede realizarse a través de ideas subyacentes. La Generación Perdida, en Italia, a través de la poesía agredió al fascismo. O, yendo más atrás, el Inmortal Poeta Dante dio cuenta de sus odiados adversarios políticos en la Divina Comedia, o el Bardo Inmortal se congraciaría con los Tudor con obras tales como Ricardo II.



Hago este preámbulo para hablar de un tema interesante que va a ser tratado más adelante en este blog. A raíz de la exitosa película de superhéroes: La Pantera Negra, que forma parte del MCU de Marvel/Disney, una nueva categoría literaria —que ya tenía tiempo rondando por allí— ha cobrado fuerza y me refiero al Afrofuturismo. Esta corriente, que ha sido amparada por otra categoría literaria omni- abarcante como es la Ficción Especulativa o Literatura Especulativa, trata de comprender, entender, construir, deconstruir, mostrar, promover y sobre todo reivindicar el mundo africano y su diáspora, ya sea desde la ciencia ficción o desde la fantasía. El Afrofuturismo o la Ciencia Ficción Especulativa Negra (Black Speculative Science Fiction)  o El movimiento de Artes Especulativo Negro (Black Speculative Arts Movement) son los nombres que representan a esta corriente que es muy atractiva, creativa y abundante, pero que sufre de un mal: está cercada por un extraño círculo que impide su difusión. Y es que, conseguir a textos de estos autores en castellano es difícil, y dado que está circunscrito a la comunidad afroamericana o afroestadounidense es aun más difícil.



Otra variable que juega en contra del afrofuturismo es el hecho de que la misma tiene que ver con los sendos problemas de identidad que aqueja al pueblo estadounidense, donde la comunidad negra —rica en tradiciones, cultura y pasado— se percibe poco representada, y muy maltratada, por la corriente artística convencional (lo mainstream) y ha tenido que crear su propio movimiento artístico para identificarse. He de acotar que como un hombre de color (no me gusta el termino pero no encuentro otro) durante mi infancia y adolescencia me fue en exceso difícil encontrar una figura entre la animación y literatura con la cual identificarme, en la mayoría de las películas de acción y de héroes de los 90 y décadas previas, todo los negros éramos malos o el desahogo cómico. Es por ello, que este movimiento, a mi me parece atractivo.




Pero como me parece atractivo, a su vez me genera fuerte contradicciones, porque si bien mi piel es oscura, no pertenezco —como la gran mayoría de los venezolanos— a una sola etnia. Como mestizo que soy perfectamente puedo reclamar para mí la cultura y tradiciones de mis ancestros originarios o de los europeos. Esta situación, en teoría, pone a todos los hispanos en un predicamento, especialmente cuando coqueteamos la idea de aprehender el afrofuturismo. Por eso, surge la interrogante ¿Tiene futuro el afrofuturismo en América hispana? Es cierto, que en la anglosajona responde  a los problemas de identidad que aquejan a la sociedad estadounidense, donde el proceso de mestizaje no se dio del todo, donde se vivió una fuerte segregación, y donde la elite blanca, protestante y anglosajona trato de reinventarse a sí misma para alejarse totalmente de Europa. 


Graciela Soriano de Garcia-Pelayo

Por su parte, los hispanos no teníamos ese problema, aun cuando nos emancipamos de la Madre Patria, nunca dejamos de mirar al continente Europeo. Siempre quisimos ser blancos y europeos, y solo basta con leer sobre nuestra historia —echad un ojo a Graciela Soriano de Garcia-Pelayo o a Juan Uslar Pietri con su Revolución de 1814. Sí, he dicho Luis, no Arturo— para comprenderlo.


 Dado que nuestro problema no es identitario, la posibilidad de que un movimiento de esta índole cobre fuerza, o que surja uno similar parecieran escasas. Aunque, aun existente. Quien garabatea estas palabras, por cierto, se ha inventado —creo que exagero pero no encuentro de nuevo una categoría que lo describa mejor— una etiqueta para hablar de la Espada y Brujería con un potente componente precolombino o indigenista. Lo hemos llamado —porque no estoy solo— Macuahuitl & Nahuatl.


Liliana Bodoc

Y resulta que, durante el proceso de investigación, hemos descubierto que muchos ya usaban elementos precolombinos o indigenistas en sus escritos fantásticos. Claro ejemplo de ello: la Saga de los Confines de Liliana Bodocquien tristemente falleció hace poco, una fantasía épica en el mismo estilo que nuestra idea y trabajo, salvo que su trabajo es más poético y preciosito. O Letgrin de Eumeria de Diego Furbatto, que nos muestra un medievalismo en la Patagonia,  o la floja trilogía de Maztica —con su escenario de campaña de AD&D— de Douglas Niles (floja porque no se compromete mucho con el entorno precolombino) también contamos como El Conquistador, de Federico Andhazi, o la saga de Obsidian & Blood Aliette de Bodard, aunque esta es mas ciencia ficción que otra cosa, y la de Federico es fantasía histórica; pero al final del día todas ellas dan cuenta de un deseo de crear historias con un trasfondo precolombino. Al final del día, nos dice que hay muchos que contar alrededor de estos contextos que ha sido velado por civilizaciones más atractivas y cercana.




Pero resulta que lo precolombino no es lo único que se oculta tras la égida de la Europa central y nórdica. La rica cultura ibérica también se ve opaca, y lo cierto es que ella presenta muchos elementos explotable, por suerte cuenta con escritores como Luis Guillermo del Corral con su Vindius, y Gonzalo Zalaya Bueno y Víctor Blanco que con su Delbaeth han movido el eje del centro y noreste al Mediterráneo, y quienes tienen un relato llamado Ahí Abajo donde hicieron un homenaje a lo precolombino.




Es por ello, que considerando todas las variables, la idea del Afroturismo siendo aprehendido por las Americas Hispanas —y más allá— no es una locura. Es casi una posible probabilidad. Pero, por otra parte, se plantean otras interrogantes y es: ¿Qué ocurriría con la teleología del movimiento? ¿Su rebeldía y esencia?  Esto es más difícil de responder, de hacerlo solo estaríamos especulando —cosa que a veces es deliciosa, pero poco productiva— cuando deberíamos estar intentándolo.


Federico Andhazi


Para finiquitar, lo mejor es que  lean esta instructiva y pedagógica entrada sobre el afrofuturismo y decidan por sí mismos. Por mi parte, yo he encontrado una respuesta. Pero, la comentare otro día. 


Aliette de Bodard



Guillermo Moreno

*******
Afrofuturismo


por sfqu en 28 mayo, 2017


Algunos de los géneros que han crecido entre los escritores africanos, teniendo en cuenta su carácter minoritario, han sido aquellos que se agrupan bajo el paraguas de la “Ficción especulativa”, una auténtica ensalada en la que podemos encontrar desde “Terror” hasta “Ciencia Ficción” y junto a los que, a menudo, aparecen el “Realismo mágico” o la “Fantasía”. En los últimos tiempos, además, ha aparecido con fuerza otra denominación “Afrofuturismo” que tiene su origen y desarrollo entre la comunidad afroamericana, pero que comienza a tener su anclaje también en el continente africano.

Portada de Chaka, de Thomas Mofolo. Imagen tomada de aquí


¿Desde cuándo se escribe Ciencia Ficción en África?. Para encontrar los inicios del género hemos conseguido remontarnos hasta 1945 cuando el etíope Makonnen Endalkaččäw escribió una obra en amárico, Yayne Abeba, considerada la precursora de la ciencia ficción musulmana, junto a él surgen los nombres más conocidos de Tomás Mofolo (Lesotho,1986), Felix Couchoro (Benin, 1900), Abubakar Imam (Nigeria, 1911) o el camerunés Jean-Louis Njemba Medou quien escribió, en 1932, la novela Nnanga Kon (traducida como “fantasmas albinos” o “fantasmas blancos”) sobre el primer contacto entre los colonialistas blancos y las personas Bulu en Camerún.  El egipcio Nihad Sherif es uno de los pioneros de la literatura de ciencia ficción del norte del continente y, junto a él, se encuentran el marroquí Ahmed Abd El-Salam El-Baqqali quien ha sido comparado con Julio Verne y Ralph Ellison, y el egipcio Ahmed Khaled Tawfiq que ha escrito más de 200 libros la mayoría de ellos de ciencia ficción y de terror.

Felix Couchoro. Imagen tomada de aquí


A pesar de la acogida a las obras de escritores como Nnedi Okorafor, Lauren Beukes, Dilma Dilan o Sofía Samatar, y de la aparición, gracias a la labor de  Ivor Hartmann, de la primera antología de ciencia ficción escrita por africanos (de expresión inglesa), se trataba de Sciencie Fiction by african writers, la “Ficción especulativa”, y dentro de ella la ciencia ficción, seguía siendo considerada un género menor.

Ytasha L. Womack, és una de las autoras de Afrofuturo(s). Foto tomada de aquí

En 2015, uno de esos grandes nombres de la ciencia ficción africana, Nnedi Okorafor, mostraba su enfado por el “olvido” al que se sometía a este tipo de creadores. La polémica había surgido a raíz de la publicación de un artículo en el periódico “The New York Times” que, bajo el título “New Wave of African writers with an internationalist bent”, publicaba una lista de la nueva ola de escritores africanos que triunfaban en EEUU y Gran Bretaña en la que no aparecía ningún nombre de escritor/a de Ciencia Ficción. Okorafor argumentó en aquella ocasión, que una parte del obstáculo para la ciencia ficción son “las actitudes coloniales sobre lo que es literatura y lo que no lo es”. “La base de lo que es ‘gran literatura’ en África está demasiado definida todavía por Occidente, y Occidente todavía tiene problemas para ver la ciencia ficción como un género de verdadera literatura” concluyó la autora.

Nnedi Okorafor


Sin embargo, el debate se extendía también, con otras ramificaciones, en el seno de los propios creadores. Como bien nos habían hecho notar desde “Afribuku”, algunos criticaban el sesgo del prefijo “Afro”, como en la denominación “Afrofuturismo”, que parecía no aportar novedad alguna, frente a aquellos que consideraban lo contrario: que se trata de una nueva manera de narrar el mundo africano. Se dice que este término tiene sus orígenes en el músico Sun Ra, quien afirmaba que provenía de Saturno y que estaba en la Tierra para una misión, la de salvar a la humanidad mediante la música. Aunque se usara por primera vez como tal en 1994 en el artículo Black To The Future de Mark Dery, es decir que sus cimientos surgen en EEUU.

Sun Ra en el  New England Conservatory, 27 de Februaro, 1992. Foto de Pandelis Karayorgis.Fuente Wikipedia


En 2015, el colectivo pan-africano Jalada presentó un nuevo número dedicado al “Afrofuturismo”.  Se trataba de treinta historias que se podían leer on line. Estaban escritos por personas de diferentes procedencias y orígenes. De aquella antología (una “selección” de una “elección”) es de donde ha surgido el e-book que este mismo año nos ha presentado “2709books”.afrofuturos

Suleiman Agbonkhianmen Buhari

Afrofuturo(s) es la traducción de cinco de aquellos relatos realizada por Alejandra Guarinos. Sus autores son Suleiman Agbonkhianmen Buhari, Ivor W. Hartmann, Sheree Renée Thomas, Zachariah Waweru Njeri y Ytasha L. Womack.

El escritor keniano, Moses Kilolo, redactor jefe y miembro fundador de Jalada. Foto tomada de aquí


La editorial nos emplaza a adentrarnos en unos relatos sobre los que opinan “no estamos ante un movimiento estrictamente literario, sino ante una estética cultural”. “Cinco relatos afrofuturistas que abordan algunos temas clásicos de la ciencia ficción, como el viaje en el tiempo y el control mental, y otros más actuales, como el medioambiente, el transhumanismo y el mundo digital. Distopías para reexaminar el pasado y cuestionar el presente, desde una perspectiva afrodescendiente”, afirman.

El autor ugandés Dilman Dila. Fuente: Facebook del escritor. Imagen tomada de aquí


Carlos Bajo Erro (Wiriko), autor del prólogo, confiesa que “No soy un lector habitual de ciencia ficción. En realidad, el género no es de los que me resulten más atractivos. Pero me parece que este proyecto es muy especial, en primer lugar por la cuestión del género del que hablabas, aunque no me atraiga la ciencia ficción poner la atención en ciencia ficción africana, me parece un acto de resistencia poética especial. Por otro lado, por la apuesta, que 2709Books se haya lanzado con esta publicación es una deliciosa locura, ante la que uno sólo se puede poner al lado. Y, por último, por el lugar del que viene, el hecho de que sea una secuela de un proyecto de Jalada, también es suficiente para sumarse”.

Ivor W. Hartmann


Marina M. Mangado, la editora de 2709books, afirma: “Diría que es el género que rompe más moldes sobre la idea que el lector occidental tiene sobre qué es la literatura africana y quién es un autor africano. Y una herramienta para construir un futuro literario desde una perspectiva africana.” En estos relatos ella ve “una recuperación orgullosa de tradiciones e historias de pueblos que fueron ninguneadas y aplastadas durante la colonización. Se recrean para concebir distopías o universos fantásticos que beben del mundo de los espíritus y las divinidades de muchas culturas africanas para reivindicar el lugar de «lo africano» en la sociedad”.



En cuanto a cuáles son las aportaciones que se realizan a través de esta literatura, Mangado nos habla de “Diversidad y ruptura. Aire fresco. Reivindicación: de la tradición cultural africana con la que se crean nuevos mundos fantásticos, de las aportaciones africanas a la sociedad occidental, del derecho de un autor a escribir sobre lo que quiera, saliiéndose del espacio en el que la sociedad y la industria editorial le encasillan”.

Carlos Bajo Erro


Afrofuturo(s). Editorial 2709 books. Varios autores: Suleiman Agbonkhianmen Buhari, Ivor W. Hartmann, Sheree Renée Thomas, Zachariah Waweru Njeri y Ytasha L. Womack. Traducción: Alejandra Guarinos, 2017

Marina M. Mangado, la editora de 2709books

Texto tomada de Literafricas


Imagen tomada de Wiriko


*******




GUILLERMO J. MORENO R.

Venezolano nacido en Petare, 1983. Licenciado en Estudios Políticos y Administrativos, egresado de la Universidad Central de Venezuela. Como todo aquel que descubre el amor por la lectura a tierna edad, Guillermo no tardó en saltar al mundo de la escritura, y sería gracias a la Red 2.0 donde encontraría el espacio donde expresarse y entrar en contacto con personas que compartían los mismos gustos e inquietudes. Sería a través de su blog: La Antesala al Portal Oscuro, y las colaboraciones realizada en el blog La Cueva del Lobo donde se daría a conocer, pero su oportunidad llegaría a través de la página de Fanfiction Action Tales, quienes le permitieron participar en la Antología de Relatos Pulps: Action Tales, publicada por la editorial española: Dlorean y luego la Antología Western: Western Tales de la misma compañía. Guillermo es un autor que sorprende por su versatilidad, como puede escribir un relato fantástico con elfos y dragones, puede hacer le frente a uno de ciencia ficción donde, sin pudor, mezcla elemento del cine negro. Claro ejemplo de su constante búsqueda de estilo propio y una pasión por la escritura combinada con un deseo superación.



No hay comentarios:

Publicar un comentario